El Blog del Aula para la Difusión de la Cultura del Vino es un espacio abierto, independiente y plural, lugar de encuentro que sirva para aumentar el disfrute de los sentidos frente al vino, ampliando nuestros conocimientos, y construyendo nuevas opiniones.
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lunes, 23 de agosto de 2010

MESA DE CATA



Algunas noches de esas en las que te apetece estar tranquilo en casa y charlar un rato, llamas a un amigo y se deja caer a eso de las nueve, cuando ya la tarde comienza a desaparecer. Suelen ser esos días propicios para el encuentro y la reflexión. Bajas a la bodega y buscas algo que te ayude a divagar, a dejarse llevar, que el vino nos ayude a comprender y conciliar.

Anoche apareció por casa Juanpa, con un Chateau Palmer 2006 bajo el brazo, momento ideal para conocer los nuevos aires de la casa bordelesa. Se mostró con un bellísimo color rojo cereza picota de capa media alta, de enorme fluidez, glicérico, y brillante.

Límpido y con abundantes lagrimas. Aromas de fruta negra, cassis, ciruela, menta, chocolate mentolado, coco, carbón, mina de lápiz, pizarra, canela, buena expresión frutal, fruta roja con un punto licoroso. Nariz amplia y con volumen. En la boca una buena acidez envolvía una astringencia con carga tánica todavía por integrar de las barricas, con una estructura un corazón poderoso, y buen peso. Cierra un postgusto balsámico con cierta cortedad.

La conversación nos llevó hasta el Medoc, el debate surgió por la sensación de un cambio de estilo hacia algo más sutil que Burdeos está realizando en silencio.

Después de este comienzo arrollador estaba en la obligación de descorchar una botella que estuviera a la altura de la noche. Una ojeada a los nichos de la bodega, y apareció el candidato perfecto, Chambolle-Musigny 2001 de Nicolas Potel. Debía este Borgoña llevarnos por lugares sensoriales distintos.

Pero como pasa en la vida hay veces que las cosas no salen como uno quisiera, y este Chambolle salió raro. Color oxidado, marrón algo desleído con capa baja, y falto de brillantez, me indicó las primeras sensaciones de alarma. Una añada tan joven para la zona como la 2001 debía mostrar colores más vivos. En la nariz aromas ha cerrado, algo de evolución, trazos de fruta roja, pero sin volumen ni nitidez. En la boca falto de acidez, se agudizaban las notas astringentes y un postgusto a frambuesas dejaba intuir algo de lo debía ser, y no fue. Una pena.

Para quitarnos el mal gusto del Chambolle y como la noche estaba avanzada, decidí abrir un vino suficientemente pulido y amable, y lo fue de sobra este Viña Albina 1981 de Bodegas Riojanas. Rojo amarronado con mucha brillantez, limpio y glicérico. Aromas intensos a orejones, frutos secos, piel de naranja amarga, flores secas, frutas escarchadas, cueros, vainilla… una maravilla. Perfumes evocadores limpios, definidos, y de gran volumen. En la boca entrada ágil, buena acidez, cuerpo carnosos con peso, redondo sin ninguna punta, consistente, terciopelo en la boca. Final largo y de recuerdo terciario a flores secas y frutas escarchadas. Una maravilla que el tiempo ha conformado.

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