El Blog del Aula para la Difusión de la Cultura del Vino es un espacio abierto, independiente y plural, lugar de encuentro que sirva para aumentar el disfrute de los sentidos frente al vino, ampliando nuestros conocimientos, y construyendo nuevas opiniones.
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miércoles, 1 de diciembre de 2010

PATOLOGIAS ENOLÓGICAS

Recibiendo amigos, uno debe intentar ejercer de buen anfitrión, y una de las obligaciones que tiene es que los invitados se sientan cómodos. Para conseguir esto, una de las claves es que se encuentren como en su casa, y para ello nada mejor que encontrar referencias conocidas.

Hoy me visita un enamorado de los vinos de Rioja, un enfermo compulsivo con una patología denominada riojitis, y que no es otra cosa, que consumir vinos de Rioja exclusivamente. En anteriores visitas y con el ánimo de procurar cura a esta patología enológica, intenté descubrirle nuevos vinos, y nuevas zonas vinícolas, Alicante, Borgoña, Toscana, Toro, Priorato, Burdeos… todo en vano.

Clásicos riojanos en la mesa.

Tras unos primeros minutos de desconcierto, y un intento de explicarle la zona, la variedad, las sensaciones que podía descubrir en su copa y las glorias de su elaboración y terruño, siempre sentenciaba, “es que a mí, si no es Rioja, no me va”. Todo inútil, todos mis esfuerzos baldíos, por ello, hoy he decidido darle una tregua, y le he preparado una selección con la que sin duda se encontrará, como en casa.

Empezamos con un Contino Crianza 2001, rojo cereza intenso con buena capa, un ribete todavía con notas de juventud. La nariz era algo sobremadura, notas de fruta roja en compota, higos, uva pasa, mermelada, un toque balsámico, algo retraído y con cierta oxidación. Boca amplia, sedosa poca acidez, redonda y corta. Quizás esta botella no estaba bien conservada, las notas oxidativas me impedían disfrutar de él, ese aroma a uvas pasas lo envolvía todo y hacia del vino un torpe recuerdo de lo que fue.

Tras este difuso inicio, puse sobre la mesa un Viña Alberdi Crianza 2000 de Bodegas Rioja Alta, rojo rubí de capa media con menisco teja, limpio y de fluidez media. Aromas de fruta roja, especiados, canela, vainilla, cuero, coco, caja de puros, pimienta. Boca amplia y con buena acidez, paso con un corazón firme y unos taninos sedosos, dejaba un retrogusto amplio a especias y cueros que lo hacían muy elegante. Un clásico de rioja que nunca falla, en una añada que está evolucionando a aromas de reducción muy limpios.

Para terminar descorchamos un vino de bodegas Cvne, una de mis favoritas de Rioja, Viña Real Reserva 1990, rojo rubí brillante, capa media-baja, ribete anaranjado buena fluidez, limpio. Aromas claros a fruta roja escarchada, piel de naranja, cuero, especias, pimienta blanca, canela. Boca sedosa, amplia, con buena carne, corazón de gran acidez, trago amplio, sedoso y fresco sin atisbo de vejez, en un buen momento de consumo nos demuestra que rioja hace lo vinos más longevos de España, una maravilla.

Mi amigo disfrutó de lo lindo con la cena, y ya hemos quedado para la siguiente, en Rioja por supuesto.


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