Hoy repasamos algunos representantes de la Ribera del Duero y comenzamos con un clásico de la zona, de la mano de Alejandro Fernández nos llega este Pesquera Crianza 2006 rojo violeta cubierto de capa alta, glicérico y de fluidez elevada. Aromas iniciales a fruta roja, moras, zarza, por detrás un aire balsámico y cierta calidez. En la boca entra poderoso, con un rastro tánico, buena acidez y un final algo amargoso. Necesita unos añitos para pulir las maderas y mostrarse algo mas redondo, discreto. 6,5/10.
El segundo en la mesa fue Jaros 2005 Finca el Quiñon de bodegas y viñedos del jaro en Pesquera de Duero. Rojo cereza picota de capa alta, limpio y de ribete amoratado. Aromas de fruta roja en licor, guindas en pacharán, moras en compota, olores dulces, mermelada de arándanos, chocolate amargo. Boca carnosa de cuerpo poderoso, acidez media, buena estructura, redondo, resto de roble en el postgusto y un recuerdo de fruta compotado. Una golosina, hoy ya esta muy disfrutable. 7,5/10.
Dehesa de los Canónigos Solideo 2003 rojo cereza de capa media con cierta evolución en el ribete, de color anaranjado. Aroma de cerezas en licor, mentolados, especias, pimienta negra. Boca de acidez correcta, cuerpo medio algo delgado pero fresco, de fácil trago más pulido por el tiempo que sus compañeros de viaje, recuerdos especiados, vainilla y canela en el postgusto. Para beber ya mismo. 7/10.
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